TU FIDELIDAD


¡Oh, Dios eterno, tu misericordia
ni una sombra de duda tendrá!
Tu compasión y bondad nunca fallan,
y por los siglos el mismo serás.

¡Oh, tu fidelidad; oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta pues todo provees.
Grande, Señor, es Tu fidelidad.

La noche oscura, el sol y la luna,
las estaciones del año también
unen su canto cual fieles criaturas,
porque eres bueno y por siempre eres fiel.

¡Oh, tu fidelidad; oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta pues todo provees.
Grande, Señor, es Tu

Tú me perdonas, me impartes el gozo,
tierno me guías por sendas de paz.
Eres mi fuerza, mi fe, mi reposo,
y por los siglos el mismo serás.

¡Oh, tu fidelidad; oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta pues todo provees.
Grande, Señor, es Tu fidelidad.

Este viejo, conocido y versioneado cántico supone para este cristiano imperfecto toda una ventana de declaración de fe, de agradecimiento y de esperanza. Una declaración de fe ya que es seguro que para el hijo de Dios jamás habrá el más mínimo resquicio de duda en cuanto a que Dios provee para todas las necesidades, no los caprichos. Es un canto de agradecimiento ya que uno reconoce que depende de Dios y que necesita de Él. Y es un poema de esperanza ya que más allá de los tiempos, más allá de la vida, siempre el cristiano tendrá la presencia del Señor.
Decía al comienzo que este cántico es viejo. Bueno, más antigua es la misericordia del Señor y sigue siendo nueva cada mañana, cada amanecer sigue resplandeciendo su misericordia sobre los hijos de Dios a pesar de que los nubarrones de la vida a veces parecen descargar violentas tormentas en nuestras vidas. También, como digo es conocido este cántico como conocida es la misericordia y fidelidad de Dios a poco que indaguemos en la búsqueda de Dios; la Cruz del Calvario es todo un mensaje de esperanza que toda persona necesita conocer. Y también este cántico es versioneado: he escuchado de este tema no sé cuántas interpretaciones, pero pienso en algo más grande: en cada hijo de Dios es una versión especial su misericordia, cuidado y ternura actuando, es algo íntimo que llega a lo más profundo del alma.
No sé, mi estimado lector cómo te encuentras hoy de ánimos ni cómo te ha tratado la vida; pero si sé que, por la misericordia del Señor, hoy puedes hacer tuyas las palabras de este cántico.
Jonathan Bernad
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